Kaori o cuando el destino depende de uno mismo (y 2)
Luego regresé al pub, eran las 3 de la madrugada. Susi me ofreció que fuera de disco con ella (seguramente se compadeció de mi... no me podia quitar a Kaori del coco) y nos fuimos.
Y el final de la historia, por decirlo de algun modo, ya que la historia continúa, aunque no sé si voy a apuntar mas de Kaori es que al poco tiempo le veo detrás de la barra del bar de Paco.
- Huy, tu por aqui? - le dije muy pero que muy sorprendido.
- Si, aqui estoy, con Paco - me dijo mientras salia del almacén Paco y se acercaba con una sonrisita a ella y le daba un leve beso en la boca.
No me hizo falta más. Me tomé mi café y aunque no lo sentía asi les dije:
- Me alegro, que os vaya bien.
Hoy en día, siguen juntos. Ella se ha puesto unos cuantos kilos encima, Paco está mas chupado aun que estaba (me refiero a delgado) y bajito. Tienen tres hijos con rasgos orientales, uno de ellos con el pelo tintado de un rubio horrible.
Nota: Si alguno de los implicados en esta historia lo lee, decirles que lo que he escrito lo hice sin ánimo a ofender, sólo para sacar afuera unos sentimientos encadenados.
1 Comments:
bueno, esa experiencia. no es muy buena. la verdad. a mi me paso hace tiempo algo similar.
y es cuando pierdes un poco de admiración hacia esa belleza, no?.
que vulnerables y fáciles que podemos ser, no?.
seguro que aprendiste la lección y te preguntas. eso mismo voy a hacer yo. aprovechar de las situaciones que antes considerarias como inapropiadas para un hombre como tu. El paco fue un capullo, no demuestra mas, pero espero que te sirviese de lección.
no se porque leí este post. por curiosidad caí. y me llamo la atención.
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