martes, julio 18

Querida Dushana, que es como voy a llamarte a partir de ahora para que sepas a quien me dirijo:

No sé exactamente a que juego estás jugando conmigo ahora, pero por lo menos sé que es un juego. ¿No era suficiente para ti que me postrara a tus pies para adorarte?, ¿no fue suficiente que con un dolor grande en el corazón tratara de ayudarte?

Ya me di cuenta que aprendiste cosas de mi, pero solo las que te interesaban, y olvidaste las que las completaban. Quizás estuviste jugando todo este tiempo a ser una castigadora, tanto para ti como para los demás. También jugaste a romper corazones, ¿verdad? ¿Tu crees que asi vas a obtener el pago a tanto sufrimiento que padeciste? Ay mi amor... jamás dejaré de amarte aunque me partas en dos, lo sé. Pero deja que mi existencia transcurra levemente... Y sobre todo, no me prometas aquello que nunca vas a poder darme. Ya que son deudas y como deudas quedan, querida. Y no seré yo quien vaya a cobrarlas.

A partir de ahora me voy a limitar a un "Quid pro quo" contigo, creo que es justo y voy a respetarlo. Tu me das y yo te doy... o no hay trato.

Te quiero, Dushana.