lunes, noviembre 6

Deslizándome vertiginosamente...


Ocaso de ayer, por poner algo - ©2006 serpiente



Imparable el vacío va devorando cada instante del resto de mi vida. Horas, minutos, segundos que avanzan pesadamente, mutilando mis emociones, embotando mis impulsos. Las calles van quedando solitarias, los neumáticos de los coches dejan de besar el asfalto húmedo, todo es calma en esta noche densa.

Ya no siento el dolor, ni miedo, ni amargura, sé que todo terminará convirtiéndose en un simple trámite. No hay nada que temer, ni sueños que soñar, no hay deseo insatisfecho que lamentar, ni cruda realidad que soportar, no hay nada ni nadie a quien esperar.

A la deriva en el mar de mi destino, donde se ahogará todo aquello que me hizó feliz algún día, las esperanzas y los recuerdos se hundirán para siempre. Ni tan siquiera pude hacerte el amor, ni besarte, ni tan siquiera acariciarte pero ahora ya pereció todo deseo en el laberinto de mi locura.

No sientas pena por mi e intenta ser feliz.

1 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Estoy con vos

beso

7:11 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home